LOCALIZACIÓN: Montevideo
Propósito u Objetivos
Los laicos dominicos somos hombres y mujeres que compartimos el mismo carisma y misión que Santo Domingo de Guzmán. Animados por el carisma particular de la Orden, cuyos pilares son la oración-contemplación, el estudio y la vida en fraternidad, nuestra misión apostólica es la predicación que brota de la abundancia de la contemplación.
Lo realizamos desde y en nuestra vida diaria, en el mundo y en los quehaceres de todos los días.
Somos la presencia del mundo en la Orden y la presencia de la Orden en el mundo.
Apoyados por la comunión fraterna y según el ejemplo de Santo Domingo, Santa Catalina, la Santa patrona de la orden María Magdalena, y demás antepasados que han influido y continúan influyendo en la vida de la Orden y de la Iglesia, damos testimonio de nuestra fe, atentos a las necesidades de nuestro tiempo y al servicio de la Verdad.
Teniendo en cuenta los objetivos principales del apostolado contemporáneo de la Iglesia, sentimos el llamado a dedicarnos de modo especial, con auténtica misericordia, a remediar las diversas formas de sufrimiento, a la defensa de la libertad, de la justicia y de la paz.
Nuestra espiritualidad se apoya en tener “los ojos abiertos” para estar atentos a los signos de los tiempos.
Es por eso que Fr. Vincent de Couesnongle, Maestro anterior de la Orden, nos proponía tener la Biblia en una mano y el periódico en la otra, buscando respuesta, en el camino enseñado por Jesús, a los grandes interrogantes y los más hondos sufrimientos de la gente.
Forma de funcionamiento y principales actividades:
Los laicos que nos sentimos llamados a vivir nuestra vida cristiana según el carisma de Santo Domingo, podemos ingresar a la Orden de Predicadores, en cuya misión apostólica participamos plenamente, haciendo una promesa ante el Maestro de la Orden de Predicadores, incorporándonos así a la rama laica de la orden llamada Fraternidades Laicales de Santo Domingo.
Vivimos nuestra misión en fraternidades. La fraternidad es el medio propio donde se nutre y sostiene el compromiso de cada uno en su misión.
Nos reunimos periódicamente para celebrar, compartir, orar, contemplar y estudiar, para luego, nutridos por el encuentro, ser predicadores de la gracia en nuestra cotidianidad. La misma vida en fraternidad es una forma de predicación, mostrando al mundo la experiencia de la vida compartida, experiencia del amor de Dios.
Nuestro estudio está movido por la pasión por la verdad y la compasión por la humanidad y es afrontado con mucha oración.
Nos organizamos en forma democrática con un presidente y un consejo por país, luego por región, subcontinente y a nivel mundial, gozando la autonomía propia de los laicos y respondiendo en última instancia al Maestro.
Contactos: fraternidadesuruguay@gmail.com
Gloria Betervide
María Rosa Treglia
María Laura González
Paulo Olascoaga
LOCALIZACIÓN: Montevideo
Propósito u Objetivos
Los laicos dominicos somos hombres y mujeres que compartimos el mismo carisma y misión que Santo Domingo de Guzmán. Animados por el carisma particular de la Orden, cuyos pilares son la oración-contemplación, el estudio y la vida en fraternidad, nuestra misión apostólica es la predicación que brota de la abundancia de la contemplación.
Lo realizamos desde y en nuestra vida diaria, en el mundo y en los quehaceres de todos los días.
Somos la presencia del mundo en la Orden y la presencia de la Orden en el mundo.
Apoyados por la comunión fraterna y según el ejemplo de Santo Domingo, Santa Catalina, la Santa patrona de la orden María Magdalena, y demás antepasados que han influido y continúan influyendo en la vida de la Orden y de la Iglesia, damos testimonio de nuestra fe, atentos a las necesidades de nuestro tiempo y al servicio de la Verdad.
Teniendo en cuenta los objetivos principales del apostolado contemporáneo de la Iglesia, sentimos el llamado a dedicarnos de modo especial, con auténtica misericordia, a remediar las diversas formas de sufrimiento, a la defensa de la libertad, de la justicia y de la paz.
Nuestra espiritualidad se apoya en tener “los ojos abiertos” para estar atentos a los signos de los tiempos.
Es por eso que Fr. Vincent de Couesnongle, Maestro anterior de la Orden, nos proponía tener la Biblia en una mano y el periódico en la otra, buscando respuesta, en el camino enseñado por Jesús, a los grandes interrogantes y los más hondos sufrimientos de la gente.
Forma de funcionamiento y principales actividades:
Los laicos que nos sentimos llamados a vivir nuestra vida cristiana según el carisma de Santo Domingo, podemos ingresar a la Orden de Predicadores, en cuya misión apostólica participamos plenamente, haciendo una promesa ante el Maestro de la Orden de Predicadores, incorporándonos así a la rama laica de la orden llamada Fraternidades Laicales de Santo Domingo.
Vivimos nuestra misión en fraternidades. La fraternidad es el medio propio donde se nutre y sostiene el compromiso de cada uno en su misión.
Nos reunimos periódicamente para celebrar, compartir, orar, contemplar y estudiar, para luego, nutridos por el encuentro, ser predicadores de la gracia en nuestra cotidianidad. La misma vida en fraternidad es una forma de predicación, mostrando al mundo la experiencia de la vida compartida, experiencia del amor de Dios.
Nuestro estudio está movido por la pasión por la verdad y la compasión por la humanidad y es afrontado con mucha oración.
Nos organizamos en forma democrática con un presidente y un consejo por país, luego por región, subcontinente y a nivel mundial, gozando la autonomía propia de los laicos y respondiendo en última instancia al Maestro.
Contactos: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Gloria Betervide
María Rosa Treglia
María Laura González
Paulo Olascoaga